viernes, 10 de agosto de 2012

Mi mente se detuvo. No hay pensamientos, no hay sentimientos, nada. Todo está vacío. Así es el purgatorio. Las paredes serían blancas, pero no hay paredes. El suelo es inexistente y por ende tampoco la gravedad. No hay luz ni oscuridad, salida ni entrada. No existo ni existes.

Mañana despierto.

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