Si tan sólo por un día pudiéramos eliminar las reglas establecidas por la sociedad y las barreras que existen por el pasado. Deberíamos de poder romper todos los límites aunque fuera por un solo día, que quisiera saber lo que se siente. Lo prohibido sería permitido y nadie notaría que eso sería mal visto bajo circunstancias normales; es más, no notarían que hubo un cambio en las circunstancias. Si la sangre cae o no, sería problema nuestro, no de otros.
A lo único que le temo es al futuro, y que una vez que éste haya llegado, me daré cuenta de que nunca pude saber lo que se siente. Eso que muchos creían que sería lo más lógico e inminente, podría quedar sin suceder, y me aterra pensar en eso. Sigo soñando en ese mundo paralelo de cosas que no sucedieron. Quizás aún no era/es nuestra hora.
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