Es una buena historia enredada con sentimientos encontrados por todas partes. Traiciones accidentales, amores y desamores, tristezas y felicidades, y demás. El nudo es la parte más importante en una historia, aunque son más recordadas por sus finales. Al hacer una malteada, nadie recuerda el momento en que la licuadora los llevó al estado final; simplemente piensan en el producto final, la malteada.
Lo que la gente no ve es lo que va después del final. Nadie se pregunta qué pasa con las hojas secas que, después de haber caído del árbol en otoño, se recogen en bolsas o botes. Algunos personajes son felices, otros no tanto; algunos terminan juntos y otros solos; algunos aprenden de sus errores y otros vuelven a cometerlos; unos viven y otros mueren.
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