sábado, 30 de octubre de 2010

Jon y Lisa

Jon era un tipo feliz. Sin embargo, las cosas podrían ser aún mejor, o al menos eso quería pensar. Él deseaba que esa posibilidad fuera verdad. Dormía sin soñar cosa alguna, lo cual lo aburría. Él quería sueños para romper con la monotonía de la vida diaria.
Lisa disfrutaba su vida, o al menos eso quería pensar, aunque había escuchado de cosas que jamás había hecho y añadirían un interés nuevo a su vida. Su felicidad la aburría en momentos y buscaba algo nuevo.
Jon amaba la libertad y su felicidad aumentaba cuando rompía las reglas más estúpidas. Pero se encontraba preso en una jaula. Nadie podía ver dicha jaula, pero él sentía los barrotes y hasta se reclinaba en ellos. Su felicidad, por otro lado, se convirtió en lo opuesto a su
jaula. Los otros la veían, pero él no.
Lisa dibujaba y volaba con todos los colores posibles; ella sentía los colores. Ella era los colores. Pero la vida es cruel y eso sólo sucedía en su papel. En la vida, no podía cambiar de color tan fácilmente. Un escritorio siempre será café, o al menos así era el suyo.
En un mundo paralelo, ellos se conocieron. Ahí, Lisa coloreó la jaula de Jon, para que así todos la vieran y lo ayudaran a romperla. Jon llenaba el cuarto y las paredes de Lisa con papeles, y así ella cambiaba el color de su vida cuando quería. Sin embargo, en este mundo eso jamás sucedió. Aquí jamás se conocieron. Aquí jamás se verán. Un día pasaron al lado del otro en la calle, pero nunca se vieron.

jueves, 28 de octubre de 2010

Había una vez...

...una pareja que se quería. Alguien engañó al otro (no importa quién fue) y después de unas lágrimas, el otro lo(a) perdonó y siguieron juntos. Siguieron felices y fingieron que las cicatrices no existían, pero siempre están ahí; es lo primero que ven al verse, son cicatrices muy vistosas. Pero lo ignoran. Después de todo, si sólo sangra al estar sólo(a) antes de dormir, no hay razón para que alguien más lo sepa. Nadie sabe cuando uno se masturba o piensa lo prohibido.

Así pasa en la vida, en la televisión, en las películas, en los libros y en muchas otras partes.

Este al parecer es mi post número 100.
Un post estúpido, diría yo, pero qué más da, uno escribe lo que se le viene a la cabeza y punto.
Dato curioso: Octubre ha sido el mes en el que subo más posts los 3 años en los que he escrito aquí. ¿Será la época del año que más me estimula? Tendría sentido, si me pongo a analizar lo que ha pasado dentro y fuera de mi por esta época del año en el pasado. En fin, sigo escribiendo lo que se me pinche ocurra. Da igual.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Sueños, epifanías y culpas

He estado teniendo una serie de sueños extraños/bizarros que parecen muy reales. No sé si es que hace mucho que no soñaba, pero he encontrado gente que conocí, conozco y que aún no conozco. Estos sueños han ido acompañados de una serie de epifanías que no sé qué sean, pero ahi están.
Siento como si hice algo malo, pero no es verdad. Hasta yo me miento, en ocasiones, parece ser. Pero yo sé que no hice algo malo, al menos no algo que concuerde con el sentimiento de culpa. Siento cosas muy extrañas.
Estas "epifanías" deben ayudarme. Puede que sea una ola de madurez atacándome. Seguiré investigando dentro de mi y reportaré cuando me sea posible.

lunes, 25 de octubre de 2010

Atropellado

La otra vez, vi a la muerte. Sucedió mientras manejaba. No fui yo, no malinterpreten. Iba muy temprano en la mañana por la misma ruta de cada día. Lo admito, iba un poco cansado, pero eso no importa. Iba a velocidad relativamente lenta, pues no me gusta manejar rápido. Era una hora del día de esas en la que aún reina la oscuridad; la mayoría aún hubiera estado dormida.
Manejaba, pues, cuando lo vi parado en frente de mi vehículo. Estaba recogiendo comida, al parecer. ¡Ay de aquella bestia! Frené repentinamente e hice sonar el cláxon, ocasionando que se enderezara, volteara hacia su izquierda y pelara esos ojos que pedían misericordia. En ese momento, vi en aquellos ojos tantas cosas que me sería imposible explicarlas todas e incluso encontrar las palabras para hacerlo; vi todo lo causado por la humanidad cuando se dedica a pensar y no a sentir.
Ahi estaba, con su pelaje güero que podría haber sido hermoso en cualquier otra situación y lugar. Es más, era hermoso en ese momento y lugar. Estaba sorprendido, no podía explicar lo que le sucedía. No se imaginan el alivio que sentí cuando pude pararme sin dañar a la pobre criatura. Sin embargo, no acabaría ahí. Traté de decirle con mi mente e incluso con palabras que no escucharía (ni entendería en caso de escucharlas) que se moviera hacia mi derecha (para él era para atrás). Pero el perro estaba asustado y se movió hacia adelante, al carril de al lado, en lugar de dirigirse a la banqueta.
-¡Al otro lado, bestia estúpida!- le grité, o al menos creo haberlo hecho. Un carro pasó a velocidades increíbles, pero el pobre perro pudo esquivarlo. Su confusión era evidente, pues no sabía hacia donde moverse. Para atrás, estaba un monstruo negro que casi terminaba con su vida unos segundos antes, mientras que hacia adelante, se veían luces aproximarse. Creo que no se dió cuenta que yo me había detenido y no avanzaría teniéndolo enfrente y siguió hacia adelante, pues aún no llegaba nada por allá.
Unos milisegundos después, que pasaron lentamente, vi como se revolcaba y daba vueltas bajo una de esas bestias mecánicas que asesinan criaturas de todo tipo todo el tiempo.
Al volver a pasar por el lugar, me di cuenta que el camino ya lo había olvidado. El perro no existía más, era cosa del pasado. El pavimento lucía normal, como si la muerte jamás hubiera pasado por ahí. Pero yo sé que no es así. Alguien fue asesinado en frente del Burger King en Garza Sada, alguien que nadie extrañó, extraña ni extrañará. El camino lo olvida todo y sigue adelante. Cuando un carro pasa por las calles, las calles no sufren ni recuerdan a los autos. A veces, las personas son como caminos que destruyen los carros que pasan.

Por cierto...

Por cierto, no se dejen llevar por los "estímulos a las 12 y cacho" cuando les llegue a suceder.
Just sayin'.

Los Caídos

Es tan fácil caer en el abismo, no debería ser impresionante. Pero evitar caer en él... eso es de admirar. No veo lo impresionante en la caída de cualquier persona. Después de todo, caer es muy sencillo. Sólo consiste en encontrar un pozo (eso es lo más difícil, aunque hay pozos por todas partes), caminar hacia él (no importa si es rápidamente o lentamente) y dejar que todo suceda (no hay que esforzarse, es sólo de dejar que suceda). No se puede admirar a un caído por el simple hecho de su caída. No significa que los caídos no pueden ser admirados, pero debe haber otras razones. La caída nunca será suficiente.
Espero que no me haya dado cuenta de eso sólo por alguna caída propia. Creo que no (aunque no estoy negando mis caídas).
Quizás por eso atraen tanto las historias con finales felices, son cosas difíciles de conseguir. Los finales tristes son sencillos de conseguir. Sólo hay que dejar que las cosas fluyan. Espero no estar equivocándome por tener alguna actitud de esas.

sábado, 23 de octubre de 2010

Because I want you

You should be here... it would be quite nice...
You must be happy... I hope you are...
At least answer me... don't ignore me, I implore you...
Don't... forget... please...

Someday... the story will come to its end, or the beginning of the sequel...

Because I want you...

viernes, 22 de octubre de 2010

Estímulos a las 12 y cacho

Hay veces en que pareciera que mi corazón se torna negro y mi mente se debilita. Si, mi mente a veces se ve más débil, pero mi corazón jamás será negro; al contrario, cada vez es un rojo más potente. No voy a caer en esa trampa, me mantendré lejos de los sentimientos crueles e insensatos.

Yo juré resistir y no ceder, pero cada vez siento que cuando llegue la tentación, morderé la manzana. El problema es lo que viene después. Por un lado, me digo que lo correcto es llorar y aceptar el eterno tormento, aunque por otro, me susurro a mi mismo que no vale la pena ese sufrimiento. Después de todo, la manzana es jugosa y refrescante, da energías para seguir. Sin embargo, hay manzanas podridas. El problema con eso es que la mayoría de las manzanas que veo en el árbol están llenas de costras; algunas menos que otras, pero las tienen. No hay manzana perfecta, pero me esmeraré en buscar la mejor de todas. La más roja o quizás un amarillosa/verdosa, dependerá de mi humor. No quiero estar lleno para el momento en que la encuentre, por lo que evito comer de las otras. Sin embargo, el hambre se apodera cada vez más de mi.

Ya se me olvidaba lo tranquilizante pero melancólico que se torna una noche libre. Es algo que es necesario de vez en cuando. Se pasa lentamente pero no estoy seguro si quiero que termine o continúe. No sé si duele o si da placer. Es una combinación extraña de estímulos dentro de mi. Espero que no se vaya a derramar.

"Just looking out on the day of another dream..."