Debería estar feliz. Pude haber sido la persona más divertida en toda la existencia, pero nada me llenaba más que sentarme afuera con una cerveza y un cigarro. Normalmente yo no soy así. Pero ahora, todo lo que estaba guardado en lo más profundo de mi ser estallo cuando te vi sintiendo lo mismo que yo. Ustedes fueron mi consuelo y mi desahogo en toda la oscuridad que me rodeo de un momento a otro. En el momento que menos esperaba, mi mente se tornó al vacío. Todo eso que me falta y a la vez, no dejó de estar presente en mi mente.
Las risas me rodean y no puedo quiero dejar de ser partes de ellas, pero eso sería tornarme a la hipocresía, uno de mis fantasmas que más odio. Sólo quiero sentarme, dejar que fluya por mi garganta y expulsar todo el humo que entró en un momento. Unos brazos que me sostengan y eviten que mis partes se separen y causen estas sensaciones de que no soy uno. Mis diferentes alter egos duermen a diferente hora del día, y hoy no fue la excepción. Es más, despertaron cuando más dormidos estaban los otros.
El guardaespaldas me dejó, el guardia se durmió y la mamá ave dejó el nido sólo. Y todos se dieron cuenta, para después aprovechar.
Mierda total. Todo se mancha y nunca se limpia.
jueves, 28 de mayo de 2009
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