El agua cristalina, el reflejo, también la arena y las piedras en el fondo. Un pescado, nadando. No es hondo. Podrías pararte.
Salta. Házlo ya. El día envejece y con él tu vida. Anda, al agua.
Poco a poco. Los pies, las rodillas, el trasero, la cintura. La panza, el pecho, los hombros, tu cabeza. Gotas. Salpicas.
Una mentira. Es hondo. No nadas. Te ahogas.
viernes, 30 de noviembre de 2012
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