Mi mente se detuvo. No hay pensamientos, no hay sentimientos, nada. Todo está vacío. Así es el purgatorio. Las paredes serían blancas, pero no hay paredes. El suelo es inexistente y por ende tampoco la gravedad. No hay luz ni oscuridad, salida ni entrada. No existo ni existes.
Mañana despierto.
viernes, 10 de agosto de 2012
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