El Ego del Humano

Bueno. Ahora sí ya voy a escribir algo fuera de la introducción innecesaria que hice en mi primera entrada. Me fue muy bien en mis calificaciones finales, por lo que estoy un tanto tranquilo; pero sí, aún me falta el examen final cagante de Informática.

En fin, escribiré y escribiré creyendo que alguien mas lo va a leer, suceda eso o no. Pero esa es la naturaleza humana. La gente, y me incluyo a mí mismo en ocasiones, escribe algo pensando que es del interés de todos, siendo que probablemente no lo es. Y no se molesta en leer lo de los demás porque no le parece interesante el tema del que escriben; luego piensa que lo suyo todos lo van a querer leer porque es lo mas importante e interesante para él. Pero es que así es la naturaleza humana: nada en este universo es más importante que los pensamientos y sentimientos propios. Uno no se pone en el lugar de otros y se limita a pensar en lo suyo y, al darse cuenta de que al parecer nadie más lo leyó o dio opiniones sobre ello, piensa “pinche raza, nembe ne ya nada con ellos” o “pinches mamones”.

Pero, ¿es en realidad eso lo más importante? No creo. Pero la humanidad es egoísta por naturaleza. No estoy diciendo que el ser humano es pura maldad, al contrario, el ser humano no es “puro” algo ni es maligno, pero muchos de sus pensamientos naturales parecen ser derivados de la “maldad”. Pero en fin, ¿quién decide que está mal y que está bien? A lo que voy es que al momento de crear al ser humano, a ese creador o “Dios” al parecer se le pasó un poco la dosis de egocentrismo al momento de hacer al ser humano y agregó unas cuantas gotas más de lo que decía la fórmula.

¿Quién soy yo para decir eso, dirán? Pues soy uno de ellos. Un ser humano. He sentido y tratado de controlar un poco mi egocentrismo. Trato de darme cuenta de mis defectos y superarlos. Soy tan sólo una persona diciendo lo que siento y pienso. Y les prometo no pensar que “ya nada” con ustedes por no pelar lo que yo escriba. Tomo un suplemento alimenticio para controlar mi egocentrismo que me fue dado por la naturaleza por el simple hecho de ser humano, y ese suplemento consiste básicamente de ingredientes tales como la consideración, la empatía, la paciencia, el amor y una pizca de autocontrol.